BOGOTÁ, Colombia. Las localidades cercanas a la frontera entre Ecuador y Colombia viven una de sus peores crisis de seguridad con acciones de diversos grupos guerrilleros que se disputan el terreno para el libre tránsito de droga.
Una consecuencia más de este conflicto dejó casi a 300 mil personas a oscuras en la frontera, a raíz de un atentado atribuido por el ejército a la guerrilla del ELN.
El ataque, que afectó a una torre de energía, dejó sin el servicio eléctrico a cinco municipios, epicentro de una operación militar contra guerrilleros que se apartaron del proceso de paz con las FARC.
Cientos de personas han abandonado las poblaciones y comunidades rurales de la provincia de Esmeraldas, en Ecuador, a raíz del deterioro de la seguridad.
La huida de habitantes se debe a las sucesivas explosiones que han tenido lugar en la frontera con Colombia, en la que han muerto cuatro militares y casi tres decenas resultaron heridos, así como por el secuestro y posterior asesinato de un equipo periodístico ecuatoriano.
Mientras tanto en la capital ecuatoriana, tres inmuebles, entre ellos una escuela con más de mil alumnos, fueron evacuados en Quito por sospecha de bomba, dentro de lo que parece ser un sensación de histeria entre la ciudadanía y de precaución entre las autoridades.
También en la Vicepresidencia se evacuó el edificio mientras al policía especializada inspeccionaba el sitio.