El presidente estadunidense Donald Trump defendió esta noche su polémico plan para dar la ciudadanía a 1.8 millones de “dreamers”, a cambio de dinero para el muro, del fin de la migración en cadena y la lotería de visas, y llamó a demócratas y republicanos a alcanzar un acuerdo.
“Durante más de 30 años, Washington ha intentado y fallado en resolver este problema. Este Congreso puede ser el que finalmente haga que ocurra… así que trabajemos juntos, dejemos a un lado la política y hagamos el trabajo”, dijo Trump, al ofrecer su primer Mensaje sobre el Estado de la Unión.
Ante una sesión conjunta del Congreso, Trump asoció reiteradamente a la inmigración ilegal con la criminalidad y las amenazas terroristas.
Como ejemplo del impacto de la inmigración ilegal, Trump mencionó las muertes de dos adolescentes, Kayla y Misa, a manos de miembros de la pandilla MS-13, de origen salvadoreño, mientras los padres de las jóvenes, presentes en la sala, eran ovacionados de pie.
El mandatario elogió en ese contexto el trabajo de un hispano, el agente especial de la Unidad de Investigaciones de Seguridad Interna, Celestino Martínez, quien ha combatido durante más de 15 años a pandillas como la MS-13.
“Gran trabajo", destacó Trump refiriéndose al agente latino, y subrayó: "Ahora hagamos que el Congreso te mande algunos refuerzos”.
Durante la sesión conjunta del Congreso, Trump defendió los cuatro pilares de su más reciente propuesta migratoria: ciudadanía para 1.8 millones de jóvenes indocumentados llegados en la infancia, comocidos como "dreamers"; el muro en la frontera con México; el cambio del sistema migratorio, y la eliminación de la lotería de visas.
“En semanas recientes, dos ataques terroristas en Nueva York fueron posibles por el sistema de lotería de visas y por la migración en cadena. En la era del terrorismo, estos programas representan riesgos que no nos podemos dar el lujo de tener”, argumentó.
Desde las tribunas del recinto camaral del Capitolio, un grupo de más de 30 "dreamers", la mayoría mexicanos, estuvo presente en el mensaje, invitados por un número similar de legisladores, la mayoría demócratas, y el republicano de Florida Carlos Curbelo.
Entre los "dreamers" presentes se encontraba Astrid Silva, una joven indocumentada mexicana que reside en el estado de Nevada y quien había sido la primera “dreamer” invitada de honor del presidente Barack Obama en su Mensaje del Estado de la Unión de 2014.
El plan de Trump, que ha generado rechazo de los demócratas por considerar que usa a los “dreamers” como pieza de negociación política, contempla limitar la unificación familiar a esposos e hijos menores de edad, y deja fuera a padres, hermanos y otros familiares de ciudadanos o residentes legales, la llamada migración en cadena.