El abogado Cecilio Zúñiga aclaró en las instalaciones de Diario del Sur que en ningún momento se intentó desalojar a las personas presentes en un predio ubicado en la 13ª Sur y 18ª Oriente. Asimismo, negó rotundamente haberse hecho pasar por representante del Ministerio Público. Según indicó, su intervención se dio a petición del apoderado legal, Abraham Álvarez, con el objetivo de gestionar los trámites de arrendamiento para los locatarios.
En el terreno de dimensiones 20 por 50 metros, se encuentran tres locales. Uno de ellos, destinado a la venta de ropa de paca y atendido por Marilú Alfaro Vásquez; otro, dedicado a la reparación de ventiladores y administrado por Eliobardo Ramírez Ramírez; y un tercero, especializado en tapicería de carros, al frente del cual se encuentra el señor Alberico Ortega Muñoz. Estos tres inquilinos fueron notificados por el abogado, quien les expresó su disposición de respaldarlos para que continuaran rentando, a pesar de que el predio ya tenía un nuevo dueño legítimo. Como resultado, aceptaron firmar un contrato de arrendamiento por cinco meses.
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"En ningún momento tuvimos la intención de desalojar a ninguna de las personas que laboran en el lugar. Siempre actuamos con respeto y en estricto apego a la ley para evitar conflictos innecesarios. Por esta razón, el Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado (FGE) convocó a las tres personas involucradas para darles la oportunidad de continuar con el arrendamiento. En sus declaraciones, confirmaron que todo estaba en orden y que no se cometió ningún delito. En todo momento prevaleció la paz", enfatizó Zúñiga.
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Se tiene conocimiento de que el difunto Alberto Rosales vendió la propiedad en cuestión a otra persona en el año 2000. Según el licenciado Cecilio Zúñiga, posiblemente son los nietos de los compradores originales quienes están realizando reclamos. Sin embargo, han transcurrido casi 23 años desde la adquisición, y el actual propietario cuenta con la escritura pública. Zúñiga indicó que, en teoría, los herederos debieron haber iniciado un juicio sucesorio testamentario, pero no lo hicieron en el tiempo y la forma requeridos.