Las incesantes peleas se han incrementado a fuera de las instalaciones de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) ubicada en la 2ª Sur esquina con la 20ª Oriente de la colonia San Sebastián, en donde han salido a relucir navajas y hasta machetes todo debido a que reclamen los lugares para poder iniciar sus trámites de estancia legal en México, prueba de ello que un senegalés estuvo a punto de morir acuchillado por un centroamericano.
Dicha emergencia ocurrió alrededor de las 05:30 horas, cuando el guardia de seguridad del recinto se percató que un grupo de migrantes le hacían de señas para que pidiera auxilio vía radio, ya que tuvo a la vista un hombre que vestía pantalón de mezclilla y playera celeste, que sangraba del abdomen y del brazo izquierdo.
Paramédicos de protección civil municipal fueron los que acudieron y al revisar a Ibrahima N de 35 años del país de Senegal, presentaba una herida en el estomago de aproximadamente 8 centímetros, una más de 5 en el brazo izquierdo, siendo necesario colocarle un vendaje compresivo, por lo que gracias a que uno de sus compañeros hablaba español indició que lo trasladaran hacia la clínica más cercana.
Según sus propios connacionales mencionaron a las autoridades que el agresor era de complexión robusta, tez blanca y de nacionalidad salvadoreña, pero que no pudieron detenerlo.
“Ya se ha vuelto un campo de batalla, no hay presencia de los tres órdenes de gobierno, en menos de una semana se registran enfrentamientos, la mayoría portan armas blancas y no hay quien haga operativos para tratar de erradicar a aquellos que solo buscan crear problemas, son más de mil personas a diario la mayoría haitianos, no es posible que esperen que maten a alguien en la calle y todo por andar peleando lugares, desde la madrugada ya están haciendo cola, aparte hay un 25% de la población que no utiliza cubre bocas ” afirmó un vecino.
La lente del Diario del Sur fue testigo de que solo hay un elemento femenil de la guardia nacional, tres de protección civil y uno de seguridad privada, tratando de poner orden pero no se dan abasto, por lo que debería permanecer una patrulla de la policía municipal o de la estatal preventiva para restablecer la seguridad.