Huixtla.- Lamentablemente, debido al mal comportamiento de algunos miembros de las caravanas migrantes anteriores, las nuevas caravanas que ingresar a la frontera sur de México están siendo rechazadas por la población que en esta ocasión no les ofrece el apoyo que encontraron las dos primeras caravanas multitudinarias del pasado 2018.
Debido a las molestias que la población de las distintas ciudades han expresado en contra del comportamiento de muchos de estos migrantes, autoridades están respondiendo con el desplazamiento de las nuevas caravanas a las que se les ha impedido el acceso primero a la ciudad de Tapachula, luego en Huixtla y así pareciera que amenaza con ser su recorrido, en esta ocasión un verdadero via crucis.
En Huixtla el día de ayer viernes, un primer grupo de casi 150 integrantes de la caravana logró ingresar al parque central “Francisco I. Madero”, sin embargo, ante la preocupación de la población civil, el gobierno municipal, a través de la Secretaría de Seguridad Pública, comenzó a reubicarlos fuera de la ciudad y terminó desviándolos sobre la carretera del libramiento Huixtla-Villa Comaltitlán.
Estas caravanas integradas en su mayoría por gente de Gatemala, El Salvador y Honduras, han encontrado descanso en el parque de Huixtla, ciudad que por esta ocasión se negó a recibirles por lo que tuvieron que descansar en huertos y espacios con sombra a las orillas de la carretera.
Esta situación les complica también la compra de provisiones, agua y quizá medicamentos debido a que al no poder ingresar a las poblaciones no tienen dónde hacer la compra de lo más mínimo para su consumo.
La crisis humanitaria que padecen estas nuevas caravanas migrantes es complicada pues incluso las propias autoridades han dejado de proporcionarles el apoyo con que se toparon anteriormente, ha sido en muy cortos espacios que les han apoyado algunas ambulancias de Protección Civil o les han obsequiado agua.
La problemática se agrava debido a la presencia de niños y niñas que viajan en estos grupos humanos que deben reducir su velocidad para esperar a estos menores y descansar más a menudo debido a las altas temperaturas que se recienten en las ciudades costeras y del Soconusco.
Parte de la indignación ciudadana fue también el notar como muchas de estas personas desaprovechaban los recursos que antes se les proporcionaron como pañales desechables, ropa, calzado, comida esta última porque decían que no era de su agrado
Esta situación sumada al mal comportamiento de algunos integrantes que fumaban marihuana en los plenos parques, ingerían bebidas alcohólicas y escandalizaban e incluso los aseguramentos que se han hecho de integrantes de bandas y peligrosos delincuentes, contribuyeron a lograr el rechazo que hoy recibe a las nuevas caravanas que además marchan con el riesgo de que quienes se quedan atrás son asegurados por el Instituto Nacional de Migración que ha cambiado su política de puertas abiertas al concluir el programa de Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias y ahora les detiene para deportarlos a sus países de origen.