El cuerpo de Ana Mercedes Capetillo Savón de 33 y Leydi de la Caridad Rodríguez Acosta de 36 años, ambas de nacionalidad cubana, fueron entregados este miércoles a sus familiares, tras haber sido encontrados desmembradas en la carretera que conecta el cantón Pumpuapan con Nueva Granada en la zona alta de Tapachula, Chiapas, confirmó una fuente oficial.
De acuerdo con las primeras investigaciones, las mujeres fueron secuestradas por un grupo armado mientras se encontraban en un hotel y después trasladadas a un sitio desconocido. Horas después en un video publicado en redes sociales se mostró a Ana Mercedes, una de las víctimas que vestía una falda negra y una blusa estampada de leopardo, pidiendo a su familia que pagaran el rescate exigido por sus captores, sin embargo, al no recibir el dinero solicitado las migrantes fueron asesinadas.
Después de realizar la necropsia de ley y los estudios dactilares, las autoridades confirmaron que los restos humanos encontrados el vienes pasado en un tambo y abandonados en la carretera que conduce al cantón de Pumpuapan, corresponden a las personas de nacionalidad cubana.
Pero la escena del crimen fue presenciada por un motociclista que transitaba por el lugar, identificado como Julio Alberto de 18 años quien vestía una sudadera verde, playera y pants negro, el cual también fue asesinado a tiros por los criminales.
Una funeraria local que realizó los trámites necesarios con un poder notarial otorgado por los familiares indicó que fue hasta este miércoles que los parientes de las víctimas acudieron a la Fiscalía de Distrito Fronterizo para identificar los cuerpos, los cuales fueron entregados para darles sepultura.
Los familiares señalaron que Ana Mercedes trabajaba en un bar aunque desconocen si estaba involucrada en actividades ilícitas, por lo que la Fiscalía General de Chiapas continuará con las investigaciones correspondientes.
Colectivos y activistas exigieron a las autoridades la implementación de estrategias para detener la violencia hacia las mujeres migrantes, quienes a diario transitan por la frontera sur y ponen en riesgo sus vidas.
Fue el 24 de marzo de este año que también se localizó el cadáver de una migrante haitiana calcinado cerca de una trituradora de grava ubicada en el Libramiento Sur Poniente de Tapachula.