Con armas blancas y a bordo de motocicletas, opera una banda de delincuentes que tiene como principales víctimas a estudiantes que transitan en horarios nocturnos por el par vial, a la altura del bulevar del Internado Número 11.
Según el testimonio de una de las afectadas, ella caminaba por la 7ª Sur al anochecer. Al intentar cruzar al otro lado de la calle, no se percató de que dos sujetos, de complexión delgada y con aspecto centroamericano, la venían siguiendo. Uno de ellos descendió de la motocicleta y, por la espalda, la abrazó fingiendo ser su novio. A la altura del estómago, le colocó la punta de un cuchillo y le ordenó que no gritara. Le quitó su celular y dinero, para luego correr en dirección a Plaza Galerías, donde su cómplice lo esperaba.
"Me quedé asustada, pensé que iba a hacerme daño. Decidí no gritar, pero miraba a mi alrededor buscando ayuda, aunque nadie se acercó. Corrí a tomar un taxi y el conductor me prestó su celular para avisar a mis familiares sobre el asalto. Sentí mucho miedo", relató.
Otro caso similar ocurrió en la misma zona, donde una estudiante de 19 años, que había escuchado rumores sobre los asaltantes, pensaba que se trataba de una leyenda urbana, hasta que vivió una experiencia similar. En su caso, el atacante intentó manosearla, pero ella logró empujarlo y comenzó a gritar pidiendo ayuda.
"Me quitó mis cosas de valor. Sentí impotencia, ya que no pasaba ninguna patrulla en ese momento. Quise abofetearlo, pero tenía miedo de que me apuñalara. Desde entonces, mis padres me acompañan. Los delincuentes parecían ser extranjeros, pero ¿para qué denuncio si al rato salen libres?", señaló.
Por este motivo, los vecinos exigen operativos en contra de las motocicletas irregulares, que son utilizadas en estos atracos, y piden que se haga justicia para las jóvenes.