El 21 de noviembre del presente año, se encontró sin vida al doctor jubilado Enrique N, presumiblemente fallecido tras caer en un estacionamiento privado ubicado en la plaza Llanzeb, situada en la 3a Norte esquina con la 1a Oriente de la colonia Centro en Tapachula.
Según el informe policial, una llamada de emergencia al 911 indicó que la noche anterior, el médico había ido a dejar, como era costumbre, su vehículo Fiat Mobi de color gris con matrícula del estado de Chiapas al estacionamiento de la plaza Llanzeb. En circunstancias aún no esclarecidas, se presume que perdió el equilibrio y cayó, resultando en una herida en la cabeza y un sangrado profundo. El personal de seguridad, al encontrarlo con vida, notificó a las autoridades y equipos de rescate.
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Minutos después, paramédicos de Protección Civil Municipal llegaron al lugar, proporcionaron atención médica, curaron las heridas y aplicaron un vendaje compresivo. A pesar de intentar trasladarlo a un hospital, el doctor, molesto, rechazó la atención médica y optó por quedarse en el lugar, provocando que los servicios médicos se retiraran.
Fue a las 09:30 horas del martes cuando se volvió a encontrar al doctor, esta vez en posición boca abajo y sin signos vitales. Se activaron nuevamente los paramédicos de PC, pero lamentablemente confirmaron su fallecimiento.
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El personal de seguridad pública municipal de Tapachula estuvo presente durante la segunda intervención y entrevistó a Gabriela N, de 38 años, administradora de la plaza. Esta informó que la persona fallecida era Enrique, de 71 años, quien dejaba su vehículo estacionado en el lugar para su resguardo. Según la administradora, el difunto no tenía familiares cercanos en Tapachula.
Los servicios periciales de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizaron el levantamiento del cuerpo para trasladarlo al Servicio Médico Forense (Semefo) del ejido Álvaro Obregón, donde se le practicará la necropsia de ley. Hasta el momento, se descarta que la muerte haya sido provocada, y se espera un tiempo prolongado para que los posibles familiares reclamen el cuerpo y se pueda dar una sepultura cristiana.