El obispo emérito de Tapachula, Jaime Calderón Calderón se despidió de la comunidad diocesana en el último comunicado que compartió a través de la página oficial de la diócesis, en donde agradeció la oportunidad que Dios le brindó de caminar juntos durante casi seis años.
Y es a partir del lunes tomará posesión como arzobispo en León y dejará de ser responsable de la zona fronteriza de México, por lo que pidió a Dios por la paz de Chiapas ante la ola de violencia.
Dijo que siempre la voluntad de los católicos y los lleva en el corazón y se puso a disposición desde las tierras del Bajío, además informó que el próximo jueves 22 se reunirá el Colegio de Consultores para elegir al Administrador Diocesano.
Ante este hecho relevante, pidió poner en el centro de las oraciones esta intención y mantener la disposición a seguir colaborando con quien asuma ese cargo, en unidad y solidaridad fraterna, para que afronten en el Señor los grandes desafíos que se presentan a la familia diocesana.
Asimismo, el obispo emérito se refirió a la jornada mensual de oración por la paz, expresó que intención es "orar con la esperanza de construir un nuevo país desde la reconciliación y sobre todo, clamar al Señor por las familias de la Sierra que viven bajo el acecho de los grupos delincuenciales.
Sobre este tema, indicó que construir un país desde la reconciliación es fundamental por varias razones: se superan los conflictos, se fortalece la unidad nacional, se busca la verdad y se garantiza la justicia, se promueve un desarrollo sostenible, es un pilar para la democracia saludable y se fortalece el tejido social.
Para finalizar mencionó que en definitiva, la reconciliación es necesaria para construir un país que sea justo, unido y capaz de alcanzar su pleno potencial, ya que sin la reconciliación las sociedades quedan atrapadas en un ciclo de división y conflicto que impide el progreso y perpetua el sufrimiento.