Ante la falta de operativos en la zona centro y en diversas colonias de Tapachula, han proliferado las maquinitas tragamonedas o mejor conocidas como minicasinos, ya que la mayoría de los que apuestan a ganar son menores de edad y están expuestos a que en este tipo de establecimientos también se les ofrezca droga.
Es en los mercados San Juan, Sebastián Escobar, 1º de Mayo, entre otros, donde hay más de 100 maquinitas lo que se ha vuelto una adicción, ya que algunos juegan por simple distracción, pero otros están esperanzados que al invertir una cierta cantidad puedan recuperarla en cuestión de minutos, pero otros al perder, para seguir jugando buscan hacerse de dinero, por lo que son envueltos para poder ingerir estupefaciente o distribuirlos.
Sin embargo, la falta de interés por realizar cateos a estos sitios deja entrever que presuntamente estén recibiendo dinero de los propietarios para dejarlos funcionar y que sea la propia Procuraduría General de la República (PGR) quien los protege.
Es de señalarse que a últimas fechas el trabajo de esta corporación policíaca ha dejado mucho qué desear, ya que mientras siguen las ventas de discos piratas sin que hagan algo al respecto, tampoco se han visto detenciones de importancia, y en lo que va del año sólo se han preocupado por detectar diésel y gasolina de contrabando, mientras Tapachula está inundado de las maquinitas tragamonedas las cuales dejan jugosas ganancias.