Un hombre de 80 años sufrió de un fuerte desmayó ya que al bajar de un colectivo de la ruta Mazatán quedó tirado en la 14ª Norte frente al súper mercado de Bodega Aurrera, aunque taxistas fueron a pedir la ayuda rápido a la base norte de la policía municipal nunca lo fueron a ver y sobre todo no hicieron presión para que llegara una ambulancia, ya que la salud del señor se estaba poniendo cada vez más delicada.
Los hechos se suscitaron al filo de las 14:50 horas del pasado jueves, cuando el señor Roberto Catalán López de 80 años con domicilio en el ejido Álvaro Obregón, salió de su casa a bordo de una combi con destino a Tapachula, al entrar a la ciudad solicitó la parada frente al bodega aurrera que se localiza frente a las antiguas instalaciones del seguro social, ya que iba a realizar unas compras, pero al bajar se sintió mareado y perdió el equilibrio para después caer en la banqueta cerca de un árbol de almendro.
Varias unidades de taxi local que esperan recoger pasaje cerca de la zona, observaron que un señor que vestía pantalón de color azul y camisa manga largar de color celeste, no podía respirar y se encontraba muy agitado, por lo que de inmediato fueron corriendo hasta llegar a la base de la policía, en donde le indicaron al guardia que se había generado una emergencia, solo le contesto que pediría una ambulancia pero nunca salió a auxiliarlo.
Sin embargo, el señor Roberto alcanzó a decir que no tiene muchos días que acaba de llegar de Estados Unidos y que vive solo en el ejido Álvaro Obregón, fue una patrulla de la Guardia Nacional que de inmediato se bajó a ayudarlo y recuperaron sus documentos que estaban regados en la banqueta, aunque vía radio solicitaron una vez la ambulancia nunca llegó.
“Me encuentro aturdido, nadie me quería auxiliar ante el miedo de estar contagiado por el covid 19, afortunadamente los gendarmes no tuvieron miedo al contrario, me siento seguro con ellos que si me dieron la importancia”, aseveró el afectado.
Finalmente, el conductor del taxi con número económico 0310 se ofreció a llevarlo al hospital más cercano de manera altruista, mientras que fue custodiado por los agentes de la Guardia Nacional para abrirle el paso con sirena abierta. /AR