Taxista se defiende de asalto

Al tomar una actitud sospechosa, taxista avisó a un grupo de seguridad a tiempo

Miguel Rojas

  · martes 8 de octubre de 2019

El taxista sospechó cuando llegaron hasta la última calle de la colonia en donde hay pocas casas a lo lejos. Foto: Miguel Rojas

Un trabajador del volante logró oponerse a un asalto en la colonia Montenegro luego de que cuatro personas entre ellas una mujer se hicieran pasar por clientes, por fortuna logró enviar un mensaje de WhatsApp a un grupo de seguridad, en donde recibió la ayuda rápida por parte de la policía municipal.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 12:00 horas del pasado lunes, cuando el chofer de un taxi Nissan Tsuru con número económico 0975, se encontraba sobre la 14ª Norte y 17ª Poniente en donde le hicieron parada tres hombres y una mujer de origen centroamericano quienes llevaban varias charolas de cerveza, le preguntaron qué cuanto les cobraría hacia la colonia Montenegro y que solo tenían 50 pesos, por lo que acepto.

Al llegar hasta la entrada principal de dicha colonia empezaron a tomar una actitud sospechosa y los que iban en el asiento de atrás empezaron a murmurar que ya no tenían efectivo, fue hasta la altura de una escuela primaria que se encuentra a orilla de calle que le indicaron que se metería a un callejón, al notar que las cosas iban cambiando sacó su celular y empezó a mandar mensajes a un grupo de vecinos vigilantes mencionando que lo tenían acorralado, uno de los sujetos le quitó su memoria USB del estéreo, mientras que los otros se bajaron alegando que no le iban a pagar que entregara todo el dinero de la cuenta o lo golpearían.

De inmediato el taxista se armo de valor y los empujo para después meterse a su unidad, logró ponerle seguro a las puertas, mientras tanto al escuchar las sirenas de la corporación policiaca decidieron huir entre los matorrales hacia un camino de extravió que da acceso a un rancho, los uniformados de inmediato custodiaron al conductor para que pudiese salir sin problema alguno hasta incorporarse a la carretera, mientras que otros oficiales subieron para poder intentar detener a los pillos pero lamentablemente se habían ido.