Dos aviones de la Guardia Nacional aterrizaron la tarde de este miércoles en el Aeropuerto Internacional de Tapachula, en medio de un dispositivo fuerte de seguridad implementado por militares, policías federales y elementos de la GN.
Las fuerzas de seguridad operaron el aterrizaje de estos dos vuelos ocupados por reos del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) 2, “Occidente“, en Puente Grande, Jalisco.
En total, 120 convictos llegaron procedentes del occidente del país, para ser internados en el Cefereso número 15 de Villa Comaltitlán, a unos 70 kilómetros de esta terminal aérea.
El primer avión descendió a las 15:30 horas, después los integrantes de la Guardia Nacional y federales se movilizaron hasta la pista de aterrizaje, para vigilar el descenso de estos presos y su ascenso a camiones de pasajeros, a bordo de los cuales serían trasladados hasta el penal de máxima seguridad.
15 minutos después descendió el segundo vuelo con, al menos 70 reclusos, que también fueron trasladados a los autobuses en medio de medidas de seguridad extremas.
Lee también: Arriban policías federales para contención de migrantes
Los militares evitaron que la operación se observara desde las mallas ciclónicas afuera de la pista de aterrizaje, colocando los autobuses como muros. Afuera de la terminal del aeropuerto, sobre la vía Tapachula – Puerto Madero, otro convoy de soldados y policías custodió la zona para evitar la intromisión de ajenos al operativo de seguridad.
La operación militar se generó bajo un intenso aguacero que cubrió la zona esta tarde, pese a esto el traslado llevó más de una hora para el descenso, chequeo y revisión de los reos, que salieron en caravana hacia la mancha urbana de Tapachula y después tomaron vías alternas para poder conectar con la ruta que lleva hacia el penal.
Hasta agosto de 2020, el penal de Puente Grande tenía un total de 382 reclusos, distribuidos entre mujeres y hombres. Para finales de septiembre, la población se habría movido a cifras no distantes de este total.
Es decir que aún restan, al menos, 262 reos que deberán ser enviados a otras cárceles del país, entre estas la de Villa Comaltitlán