Después de que 28 diputados de Morena, PRI, PT y Movimiento Ciudadano votaron a favor de la despenalización del aborto, la iglesia católica sentencio que estos no pueden acercarse a la comunión sacramental, ni pueden ser padrino, madrina o acompañante de otras personas que quieran recibir otros sacramentos, como el bautismo.
En una carta abierta dirigida a los diputados y firmada por el padre Miguel Ángel Soto Gaxiola, Responsable diocesano de la Comisión para la vida, familia, juventud y laicos, que empezó a circular este viernes también precisa que por lo tanto, si a los señores y señoras diputados bautizados católicos se les niega la Comunión, no es en lo absoluto una sanción eclesiástica sino el reconocimiento del estado objetivamente indigno de una persona a recibir la Sagrada Comunión.
Detalla que no son pocas las personas que en estos días le han preguntado sobre lo sucedido el pasado martes 8 de marzo en el Congreso del Estado.
“Su extrañeza e indignación los lleva a cuestionarse acerca del hecho resolutivo al que llegaron con su votación. ¿Cómo es posible -me comparten- que haya católicos que reciban la comunión o que se digan participantes de nuestra fe, mientras que al mismo tiempo promueven públicamente programas, políticas o legislaciones que violan la ley moral? En particular, ¿cómo es que un diputado que aprueba el aborto participe en la Misa y comulgue? refiere
Asegura que hoy hay mucha gente escandalizada por la traición pública de la enseñanza de la Iglesia sobre la fe y moral de aquellos legisladores que se dicen “católicos”.
“En efecto, la pregunta de los fieles es coherente y tiene sentido, ¿cómo puede acercarse a Misa y comulgar un fiel que abiertamente promueve y está a favor de políticas contrarias a la vida? Para responder, hay que tener en cuenta que, desde el Magisterio de la Iglesia, siempre y en todo momento se ha defendido el valor de la vida desde su concepción hasta su muerte natural”, señala.
Así, por ejemplo, San Juan Pablo II afirmó que «por la autoridad que Cristo confirió a Pedro y a sus sucesores, en comunión con los Obispos (…) Declaro que el aborto directo, es decir, el aborto querido como fin o como medio, constituye siempre un grave desorden moral, ya que se trata de la matanza deliberada de un ser humano inocente» (Evangelium Vitae 4).
“Algunos Legisladores católicos, que han apoyado el aborto y legislado a favor del acto, suelen argumentar que “están a favor de la vida y los derechos humanos”; este argumento recurrente de los legisladores les hace creer personalmente en la inmoralidad del aborto (por eso dicen que están a ‘favor de la vida’) mientras que favorecen políticas públicas que prevé el llamado aborto legalizado”, indica.
El sacerdote del Templo del Carmen detalla que ésta es una teoría errónea, pues, “ninguna circunstancia, ningún fin, ninguna ley puede hacer lícito un acto que es intrínsecamente ilícito, ya que es contradictorio a la Ley de Dios, que está escrita en todo corazón humano, conocida por la razón misma y proclamada por la Iglesia” (Evangelium Vitae 7).
La vida humana, reitera, debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia el ser humano debe de ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho primario e inviolable de todo ser inocente a la vida” (Instr. Donum Vitae 1,1).
Por lo tanto, respondiendo a la pregunta: ¿puede un Diputado o cualquier persona que se profese católico, al tiempo que abiertamente que coopera o legisla en contra de la vida, recibir la Santa Comunión? no. No puede acercarse a la comunión sacramental, ni puede ser padrino o acompañante de otras personas que quieran recibir otros sacramentos, como el bautismo (Cfr. Canon 874 §1, 3°, del Código de Derecho Canónico.
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“Con esto la Iglesia no pretende restringir el ámbito de la misericordia; lo que hace es manifestar la gravedad del crimen cometido, el daño irreparable causado al inocente al que se da la muerte, a sus padres y a toda la sociedad “, dice y refuerza la propuesta con (Aclaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre el aborto procurado, 11.VI.2009). “Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieras te tenía consagrado” Jr. 1,5, concluye la misiva.
Publicado originalmente en El Sol de Sinaloa
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